LA HISTORIA

Hace algunos lustros, en una lejana aldea japonesa, vivía un apasionado inventor de juguetes llamado Akinori Tamagotchi.

El sr Tamagotchi dedicaba sus mañanas a dirigir su propia, aunque humilde factoría, pero, al caer el día, se encerraba en su pequeño laboratorio para dar rienda suelta a su verdadera vocación: experimentar y crear nuevos muñecos, haciendo uso de piezas defectuosas.

Una lluviosa noche, mientras estaba inmerso en la fabricación de cuatro músicos de plástico teledirigidos, su hija Mesako, una encantadora y curiosa niña de 6 años, quiso averiguar a que dedicaba las noches su padre y sin pensárselo, se coló en el laboratorio. Se acercó sigilosamente, pero al abrir la puerta de acero, la descarga electrostática y ultra púrpura que en ese momento había de cruzar la estancia rebotó en ella y se desvió, con tan mala suerte que alcanzó al Sr. Tamagotchi, a la vez que un rayo de tormenta caía sobre el generador, y tras un ensordecedor estruendo, los músicos de juguete cobraron vida, y Akinori Tamagotchi quedó “muñequizado” para siempre.

La pequeña Mesako, consternada por este suceso, decidió ponerse al frente de la recién nacida formación musical para cantar los temas que acompañaban a su admirado padre en aquellas creativas noches en vela, logrando así el mayor monstruo de la saga Tamagotchi: la FREAKY SOUND FACTORY.